sábado, 22 de enero de 2011

Todo menos mis ojos

Daría mi cintura si el demonio
cortara mis venas con hilos de tejer pesadillas.
Regalaría mi vientre en migajas de llamas estériles
si él mismo atornilla mi ombligo de gusanos con alas,
si me enfrasca el corazón,
si me arranca los labios.
Tanta sed, tanto juramento.

Preferiría besar la tierra con manos atadas,
lamer el agua de mis miedos,
todo menos regalar mis ojos
a cambio de que este demonio desaparezca.

La muerte viene desde el sol en blanco y negro

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