jueves, 27 de enero de 2011

Mi monstruo bajo la cama

Siempre quise tener un monstruo bajo la cama, y así fue, tuve uno por unos días y luego se fue, sin dejar sombras. Mi obsesión me ha llevado a buscar otro, pero como no encontré decidí ser yo mismo... mi monstruo bajo la cama



Luego, encendí la luz,
lampara de lava rojo-violeta.
me acerqué a ella,
tuve que inclinarme para llegar a ese agujero,
escarbé entre su piel blanca en grasa,
de ahi tinta roja,
y de ella, escribí mi nombre.

Aun sentía un latido inverosímil
y sus pupilas en rimel azul...
¿Quien habría llegado a su fin mirando azulnegro?
Y le dije "aún huelo a moras,
que no te engañe el olor a polvo bajo tu cama"

Un par de vidrios cercanos,
unos peluches,
-los que mi hiciste conocer en fotos una vez,
a los que poca atención le presté-
"no es nada, hay espacio para los dos"
y así inerte sobre mi pelvis erecto,
cierro los ojos.
Por fin,
nuestros sueños de monstruos bajo la cama.

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