martes, 3 de enero de 2012

Son las seis y dos... y es Martes

"J'ai douté des détails, jamais du don des nues..."

Mordiendo mis restos entre las piedras
y raíces
Mientras el enterrador pisa mis talones
y me dice suavemente: ¡Déjese caer!
Le sonrío con la tierra entre las fosas nasales
sacudo las pestañas
así como los gusanos de mi mejor traje para la ocasión
El sol hace una entrada entre el cabello largo
y las pequeñas orejas de él.
Parece tener compasión ante la distancia
entre mi columna y borde del agujero.
Se disparan los aullidos de las aves
al caer contra el suelo con las cabezas ensangrentadas
al recibir el golpe del enterrador
que comienza a dejar caer las gotas de su sudor en lo que queda de mis piernas.
Peleo fuertemente por devorarme sin paciencia.
Un espejo invisible,
¡Yo!
Que soy ave, enterrador, gusanos, tierra y asfixia,
para desistir de mi y dejar crecer las yerbas

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