lunes, 14 de mayo de 2012

A propósito de ...


¡Vamos, triturame!  Es tu único medio para ignorarme.

María se acuesta impecable en su cama arreglada. 
Mira la noche, apaga la luz y se mira al espejo: No tiene rostro esta vez.
Dice algunas mentiras durante el día. Pregunta "¿Quien lleva el volante?" y se duerme. 
Entonces se transforma, se sonríe y canta, canta y grita mientras desata el caos en su habitación.
Desafina con templanza, mira su vestido, se desnuda y vuelve a despertar.

Se mira durante dos horas, quizás un poco menos. Se transforma nuevamente, mira el reloj. María no puede dormir.

Fuma María de noche y se mira al espejo.   
Cayó de la cama...hermosodesastre, anhelada crisis.
Luego amanece.

Sobredosis, bella sobredosis.





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