jueves, 4 de marzo de 2010

Sin sabor a cierres

 "Si pues... estaba cansada y me corté la lengua, ahora no me sabe a nada"

Podría saberme a coco
pero me sabe a vena de obsesión.

Me sabe a diversión
de risa en los senos
y mordida en los pezones

Podría saberme a frío
pero te congelas tú
y yo sudo las piernas

Me sabe a manchas
que desaparecen espontáneamente
calculando la hora del engaño

Pudo haberme sabido...
pero me corté la lengua con tus dientes
para que no me supieras más.

1 comentario:

Alejandro Cabrol dijo...

Qué actitud drástica, que sangrienta forma de olvidar algo que ya forma parte del propio cuerpo...