viernes, 19 de marzo de 2010

Señorita confusión, modestia, pasión

He dejado libre los pulmones
las venas, las cloacas
para almacenar colillas de cigarro
de vicios,
de cabello enmarañado
que se fue quedando en mis nueve almohadas
y mis sábanas con olor a incesante clorofila.

Cayendo, respirando vapor,
riendo, sediento, muy lleno...
Y en un rincón oscuro
alguien aparenta seducirme. Hay calor.

Carcajadas de la libertad
donde dejé abiertas mis piernas,
mi boca, mis fosas nasales.
Los mismos minutos de un orgasmo,
invertidos en cerrar los ojos.

Podría asombrarme por mi extraordinaria belleza,
pero dejo que otros lo hagan por mi.

1 comentario:

Alejandro Cabrol dijo...

A veces sobramos en rincones, dentro de nosotros mismos, en otras bocas... en este caso la señorita se ríe del amor propio para mejorarlo como refugio. Muy lindo Luza!