martes, 1 de junio de 2010

Mas- Tormentos de Mayo

Tranquilizantes para esconder la noche. (Pausa...)
y el dolor (lamento) que distorsionan la oscuridad del techo
y el gemido en el teléfono. Ni tú ni yo.
Me hace maleable
y tan grande como una reina en trono.
Soy un mendigo de piernas cortas vaciado en piedra.
Estos bailarines azules
y de la pipa al hombre que le hace el amor por la boca
y el orgasmo brota por la nariz.
No estoy dormido.
Esto no parece ser pastillas para dormir

2 comentarios:

Erev dijo...

Lástima que no puedas ver la sombra de la sonrisa que me ha dejado tu poema...
Yo también he necesitado vaciar la noche alguna vez.
Joder.

María Góngora dijo...

buenisima, como siempre, esta lucecita que alumbra tanto y tanto...

besos