Cuando se puede decir con todo placer "ya no eres, ya no estoy" de desenvuelven recuerdos prematuros obligados que ya no duelen, y se puede escuchar canciones que ya no padecen.
Ya no hago fotos
ni poesía,
ni llantos,
ni canto canciones en otras lenguas
ni te extraño.
Ya no hago el amor
ni tomo vinos baratos,
ya no dibujo tu rostro imperfecto,
ya no soy,
ya no estoy...
No eres más
porque ya no quiero que seas.
1 comentario:
es re poderosa esa determinación de "Ya no eres". despedir nunca ha de ser malo.
muchos saludos.
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