En esta habitación de este hueco oscuro
con escaleras,
huele a sexo aspirado con las caricias
que vuelan sobre el polvo blanco
y caen como cenizas de colores.
Ven!
Súbete a este tren
que está a punto de iniciar el viaje
verde, azul, violeta, naranja.
Un par de toallas... ¿Para qué?
No puede secarse ni exprimirse el sabor a sexo
copado con los ojos que se van al desierto
que danza estratégicamente en las nubes
donde tallos con techos circulares adornan el festín
de tu mano entrando en la oscuridad.
No hay estaciones ni paradas hasta el final.
Decídete!
Ven y sube a este tren
que combinado con la mirada del sexo
se hace absoluto pecado o placer.
O déjame estar estática,
tocar tu cabello y olvidarme de mi
nadando en las caricias
que vuelan sobre el polvo blanco
que caen como cenizas de colores.
de tu mano entrando en la oscuridad.
No hay estaciones ni paradas hasta el final.
Decídete!
Ven y sube a este tren
que combinado con la mirada del sexo
se hace absoluto pecado o placer.
O déjame estar estática,
tocar tu cabello y olvidarme de mi
nadando en las caricias
que vuelan sobre el polvo blanco
que caen como cenizas de colores.
2 comentarios:
Me gustó mucho...pero mucho mucho.
Yo no soy de ordenar, soy de todo lo contrario, aunque a veces, haya que hacerlo, para no acabar con los pies llenos de letras...
besos
Excelente
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