Alguna vez fuiste amante?
recuerdo que ella si,
con su falda hasta las rodillas
se sentaba al otro lado del camino
a esperar o tal vez a anhelar.
Unas noches se le veía sexy
labios finos con brillo y ojos con rimel azul,
era el preferido de aquel muchacho
que a veces no la buscaba,
y ella perdida,
también seguía sin econtrarse a si misma.
Otras noches
se le veía apagar las luces
de su cama individual,
cuatro lámparas de meses en polvo pesado
pero con la limpia esperanza de la mañana
aunque se le empañara de nuevo el suelo
a partir de las seis.
Alguna vez fuiste amante?
recuerdo que ella si
y no reconocía ningún cuadro de ninguna habitación
y aceptaba los cambios
y los lentes grandes de sol
y la mentira para el sobre la felicidad
y la mentira para ella sobre el placer.
Otra noche hasta su cama individual
porque esta vez no hubo excusas que inventar
y cada vez las hay menos.