La Dama Blanca

Abre tu mente,
expande tu manos de lagarto,
la uña es el cubierto de tu alimento,
acaricia tu nariz.
Abre tus piernas
boca abajo.
Toma la tiza con la lengua,
hazla dormir;
dibuja sobre mi espalda lineas de placer
y borralas con tus fosas resecas,
túneles de gloria que festeja
hasta el olor de tus fluidos,
y esa rara musica de fondo,
relajado, relajado, relajado,
te hace bailar hasta besar el suelo.

3 (Eva)

Cuando llores,
llámame,
yo te subiré a la montaña rusa
blanca,
sólida o líquida como suero
de putas amanecidas,
como el mar.
Sin cubiertos sucios,
sin sudor en los lienzos.

2 (Voodoo)

Tu quedaste
entre algodones y costuras,
agujas,
muñequitos con tu nombre,
brazos cocidos a mi apodo.
-¡fallido, maldición!
Voodoo fallido.
...
¿Donde quedé yo?

1

Sólo dime
cuantas veces quieres escupirle a la luna
que yo la coloco en tu espejo.
Como paranoia,
como esquizofrenia,
como marica entre tus dedos


Para R.A aunque no lo sepa

Ni cantos, ni poesías, ni tú

Cuando se puede decir con todo placer "ya no eres, ya no estoy" de desenvuelven recuerdos prematuros obligados que ya no duelen, y se puede escuchar canciones que ya no padecen.

Ya no hago fotos
ni poesía,
ni llantos,
ni canto canciones en otras lenguas
ni te extraño.
Ya no hago el amor
ni tomo vinos baratos,
ya no dibujo tu rostro imperfecto,
ya no soy,
ya no estoy...
No eres más
porque ya no quiero que seas.